El Candy Shop es un hinchable acuático que presenta unos bonitos bastones de caramelo en la entrada que lo hacen muy característico y que marca la diferencia respecto a otros hinchables.
En el interior tiene dos roscas y es bastante espacioso. Al final del mismo tiene un tobogán que, al no ser muy alto, es muy válido para todo tipo de edades y cae sobre la piscina.




